La plata ha pasado más de una década viviendo bajo un techo pesado. Tiene una línea de tendencia descendente a largo plazo que se remonta a la era posterior a la crisis financiera. Cada intento de ruptura desde 2008 ha sido rechazado por esa misma resistencia inclinada.
Durante dos años, el ascenso del dólar frente al yen ha sido una de las mayores historias en el mercado FX, impulsado por una enorme brecha de tipos de interés entre EE. UU. y Japón. Esa brecha hizo que vender yenes fuera casi una decisión automática. Pero ahora, las cosas se sienten…
Después de dominar los mercados globales durante más de un año, el dólar estadounidense ha caído silenciosamente desde su reciente máximo. El índice DXY se está debilitando: un dólar fuerte había estado endureciendo la liquidez mundial, mientras que un dólar más débil da vida a las acciones, las materias primas y los mercados emergentes (y eso es algo que hemos visto este año).
El oro ha deslumbrado los titulares nuevamente. Este año, alcanzó nuevos récords, impulsado por las expectativas de recortes en las tasas de interés de la Reserva Federal y una ola de compras por parte de los bancos centrales. Los inversionistas que buscan seguridad han invertido en ETFs de oro y lingotes, cautivados por su resplandor. Mientras tanto, la plata, el hermano más tranquilo y industrial del oro, se encuentra a la sombra. Pero pregúntate esto... ¿Y si el mercado ha estado observando el metal equivocado?
Why does November always get the benefit of the doubt? Is it a genuine market edge, or just a calendar-based placebo traders use when fundamentals go quiet?