Cuando los mercados se desestabilizan o los titulares entran en “modo crisis”, a menudo oirás que los inversores se trasladan a los llamados activos refugio: oro, yen y dólar. Pero, ¿qué los hace realmente “seguros” y por qué la gente corre hacia ellos cuando todo lo demás parece desmoronarse?
¿Qué Son Realmente los Activos Refugio?
Los activos refugio son inversiones conocidas por mantener (o incluso aumentar) su valor durante las caídas del mercado. En otras palabras, cuando la mayoría de las acciones o activos de riesgo bajan, estos refugios tienden a mantenerse firmes o subir, proporcionando un espacio seguro para los inversores.
Hay muchas opciones: oro, ciertas divisas, incluso bonos del gobierno. Pero por ahora, nos centramos en los tres grandes: el oro, el yen japonés y el dólar estadounidense. Se han ganado su reputación con el tiempo. Algunos incluso dirían que “han estado aquí antes”.
Oro: El Refugio Clásico
El oro no paga intereses. No crece como una acción. Y sin embargo… la gente lo ama. Especialmente cuando las cosas se sienten inestables. ¿Por qué? Porque es tangible. Puedes sostenerlo. Tiene una oferta limitada, no se puede imprimir como el dinero en papel y existe desde mucho antes de que existiera el Nasdaq.
Los inversores suelen comprar oro durante tiempos de turbulencia económica, haciendo que su precio suba cuando otros mercados caen. Por ejemplo, en marzo de 2023, el oro superó los $2,000 por onza por primera vez en un año, ya que los problemas del sector bancario desataron una búsqueda de seguridad. Este metal brillante suele brillar más cuando la confianza en el mercado se tambalea.
Yen Japonés: Un Refugio Monetario
El yen japonés es una moneda refugio muy conocida. A menudo sube cuando el mundo entra en pánico. Parte de la razón se debe a la estabilidad política de Japón, su gran economía y sus tasas de interés extremadamente bajas. Los traders piden prestado yenes a bajo costo, los invierten en otros lugares y —cuando surge el problema— repatrian su dinero rápidamente.
Esa ola de dinero que vuelve a Japón fortalece el yen. Lo vimos a finales de 2024, cuando estallaron tensiones geopolíticas. Los inversores acudieron al yen, que alcanzó su nivel más alto en semanas como una típica reacción de aversión al riesgo, no por beneficios, sino por protección.
Dólar Estadounidense: El Refugio Global
El dólar estadounidense no es cualquier moneda: es la principal moneda de reserva del mundo y un refugio predeterminado para muchos. Los inversores de todo el mundo confían en el dólar porque está respaldado por la economía más grande y unos mercados financieros profundos. En tiempos de crisis, a menudo predomina la mentalidad de “el efectivo es el rey”, y la demanda de dólares se dispara. La gente acude al dólar (y a los bonos del Tesoro de EE. UU.) buscando estabilidad y liquidez, incluso si la crisis comenzó en Estados Unidos.
A finales de 2024, incluso con el aumento de los riesgos globales, el índice del dólar estadounidense alcanzó su nivel más alto en un año. ¿Fue porque todo en EE. UU. era perfecto? No. Pero en comparación con las alternativas, parecía bastante sólido.
Activos Refugio vs S&P 500: Feb–Abr 2023

Fuente: TradingView. Todos los índices son rentabilidad total en dólares estadounidenses. El rendimiento pasado no es un indicador confiable del rendimiento futuro. Datos al 17 de julio de 2025.
Así se comportaron el oro, el yen y el dólar durante una reciente fase de estrés en el mercado. Observa cómo se movieron en dirección opuesta a activos más riesgosos como el S&P 500.
Conclusión
Los activos refugio no se tratan de grandes ganancias. Se tratan de tranquilidad, protección y un poco de respiro cuando los mercados se desordenan.
Oro. Yen. Dólar. Cada uno tiene su papel — y cada uno ha demostrado su valor en distintas crisis.
La conclusión: entender por qué el dinero fluye hacia el oro, el yen y el dólar en tiempos difíciles puede ayudarte a comprender cómo los traders experimentados piensan sobre el riesgo. No son infalibles ni garantizados, pero estos refugios suelen actuar como un “manto de seguridad financiera” cuando el mar de la inversión se pone agitado. Conocer su comportamiento es una herramienta más para navegar momentos inciertos.