Indicadores económicos que mueven los mercados
Imagina esto: es temprano en la mañana, café en mano, y los traders de todo el mundo están pendientes de sus pantallas. Un número está a punto de publicarse. Podría ser la última cifra de inflación. Podría ser el informe mensual de empleo. En cualquier caso, en cuestión de segundos aparecerá en los titulares de las noticias. Y, así de rápido, los mercados podrían dispararse, tambalearse o volverse caóticos.
Estos “indicadores económicos” no parecen muy emocionantes a primera vista. Pero son los signos vitales de la economía, y cuando uno de ellos sale muy por encima o por debajo de lo esperado, puede sacudir acciones, bonos y divisas al mismo tiempo. Hablaremos de algunos de los más importantes y veremos cómo han estado agitándolo todo últimamente.
Datos de empleo
Si alguna vez has estado cerca de los mercados en el “día de empleo” en EE.UU., sabrás que puede marcar la pauta durante semanas. Las nóminas no agrícolas y la tasa de desempleo son los titulares que los traders vigilan.
Toma septiembre de 2024 como ejemplo. Se preveían unos 140,000 empleos. ¿El resultado? 254,000. El Dow alcanzó un récord, el dólar subió y los rendimientos del Tesoro aumentaron mientras los traders reducían silenciosamente las expectativas de recortes agresivos de tasas por parte de la Fed. El crecimiento parecía más fuerte de lo temido, por lo que incluso si las tasas permanecían altas, nadie entró en pánico.
Pero retrocedamos a julio de 2024 y el tono cambió. El crecimiento del empleo se desaceleró, el desempleo subió al 4.1%, y de repente el mercado vio luz verde para recortes de tasas. Las bolsas globales subieron, los rendimientos bajaron. A veces, un mercado laboral debilitado es como un suave recordatorio para los bancos centrales: es hora de actuar.
El Reino Unido tuvo su propia versión en agosto de 2025. Las nóminas cayeron por sexto mes consecutivo, pero el crecimiento salarial se mantuvo por encima del 5%. Una situación incómoda: menor contratación, pero inflación salarial persistente. El Banco de Inglaterra no tuvo prisa en recortar tasas, la libra subió ligeramente y los rendimientos de los gilts se mantuvieron firmes. Un recordatorio de que los datos de empleo no son solo cuestión de números de puestos; el salario también importa.
Inflación
La inflación es una de esas cosas que suele permanecer en segundo plano… hasta que deja de hacerlo. Los bancos centrales odian cuando se acelera, porque erosiona el poder adquisitivo y los obliga a subir tasas.
En enero de 2025, cuando el IPC de EE.UU. de diciembre mostró que los precios subieron más lentamente de lo esperado, los traders respiraron aliviados. Las acciones subieron, los rendimientos de los bonos cayeron y todos empezaron a apostar por más recortes de la Fed. En contraste con una lectura más alta de lo esperado unos meses antes, que había hecho lo contrario y sacudido a Wall Street.
En junio de 2025, el Reino Unido recibió una sorpresa desagradable: la inflación alcanzó el 3.6%, la más alta en un año. El aumento de los costos de combustible, transporte y alimentos frenó el repunte de los gilts y fortaleció a la libra.
En la eurozona, la historia fue diferente. Para agosto de 2024, la inflación se había enfriado al 2.2%, su nivel más bajo en tres años, gracias principalmente a la energía más barata. Los mercados empezaron a descontar más recortes del BCE, aunque los responsables políticos mantenían un ojo en los precios de los servicios, que seguían siendo rígidos.
PIB
El PIB es el total de todo lo que un país produce. Un crecimiento fuerte suele significar mercados contentos. ¿Un crecimiento débil? No tanto. Pero rara vez es tan simple.
El primer trimestre de 2024 en EE.UU. se vio complicado. El PIB creció solo un 1.6% mientras la inflación aumentaba. A los inversores no les gusta esa combinación: crecimiento más lento con precios más altos. Vendieron acciones, subieron los rendimientos y fortalecieron el dólar, pensando que la Fed mantendría las tasas altas por más tiempo. En el segundo trimestre, parecía otra economía. El crecimiento alcanzó el 2.8%, la inflación bajó y los mercados vivieron su momento “Ricitos de Oro”. Los rendimientos de los bonos bajaron, las acciones se mantuvieron firmes y los traders empezaron a prever múltiples recortes de tasas.
Mientras tanto, en el cuarto trimestre de 2024, el Reino Unido evitó por poco una recesión. El crecimiento fue de apenas 0.1% en lugar de negativo. La libra se fortaleció ligeramente, los gilts se mantuvieron estables, pero la gran noticia fue el alivio, especialmente porque Alemania y Francia se contrajeron. Aun así, la debilidad subyacente mantuvo el optimismo limitado.
Reacciones de los mercados globales a datos económicos clave (2024-2025)

Fuente: TradingView. Todos los índices son de rendimiento total en dólares estadounidenses. El rendimiento pasado no es un indicador fiable del rendimiento futuro. Datos al 15 de agosto de 2025.
Conclusión
Estos números pueden parecer estadísticas secas en una hoja de cálculo, pero son cables de alta tensión para los mercados. Los últimos años han demostrado lo rápido que puede cambiar el sentimiento: una mañana te enfrentas a un susto de crecimiento, y a la siguiente disfrutas de un repunte de alivio. El truco no está en predecir cada cifra, sino en saber cuándo se publican, qué se espera y cuánto se desvía la realidad del pronóstico. Ahí es donde a menudo comienzan los verdaderos movimientos del mercado.